El hornazo tradicional es uno de los productos más representativos de la gastronomía de Castilla y León.
Consiste en una masa de pan engrasada que está rellena de chorizo, lomo y jamón curado. En algunas ocasiones, se añade huevo duro. Se podría decir que es una especie de empanada rellena de productos de chacinería.
Origen del hornazo
El origen del hornazo tradicional se encuentra probablemente en una comida para pastores. Se llevaban un «pan» enriquecido con chacinas de la tierra, que se mantenía en buen estado de conservación durante varios días. Los pastores pasaban días enteros en el campo y necesitaban una comida que fuera contundente. De esta forma, podían aguantar mejor las inclemencias del tiempo y los largos recorridos que tenían que realizar.
La Real Academia Española (RAE) define al hornazo como una «rosca o torta guarnecida de huevos que se cuecen juntamente con ella en el horno» o bien como «agasajo que en algunos lugares hacían los vecinos al predicador que habían tenido en la Cuaresma, el día de Pascua, después del sermón de gracias».
La popularidad del hornazo de Salamanca comenzó en el año 1543, cuando se comenzó a celebrar el Lunes de Aguas.
El Lunes de Aguas y el hornazo tradicional
En el Siglo XVI, la ciudad de Salamanca era una ciudad muy importante por su Universidad. Contaba con más de 8.000 estudiantes que estaban rodeados de criados, taberneros, mozos de cuadra, curas de todo tipo, lavanderas, amas de llaves, feriantes, buhoneros y prostitutas.
En noviembre del año 1543, llegó a Salamanca el futuro Rey Felipe II para casarse. Era un joven de solo 17 años que quedó impresionado con algunos aspectos de la ciudad castellana.
El joven príncipe era sobrio y religioso. Se llevó una desagradable sorpresa al comprobar cómo los festejos por sus esponsales, se convertían en una gran bacanal.
La decisión para terminar con aquel libertinaje no se hizo esperar. Promulgó un edicto en el que se ordenaba que durante los días de Cuaresma y Pasión la prohibición de comer carne se hiciera extensible en todos los sentidos. Para evitar conductas que conlleven pecado carnal, obligaba a la expulsión de las prostitutas de la ciudad.
Estas mujeres eran conducidas extramuros (al llamado Arrabal del Puente) durante el citado periodo cuaresmal. Ninguna de ellas podía acercarse a menos de una legua de los límites de la ciudad o sufriría un castigo.
El lunes siguiente al Lunes de Pascua, los estudiantes organizaban una gran fiesta para celebrar la vuelta de las prostitutas a la ciudad. Ellos mismos las cruzaban en barcas de una orilla a otra del río.
De conducir a las rameras tanto a su exilio temporal, como a su festejada vuelta, se encargaba un personaje muy pintoresco. Se trataba de un sacerdote pícaro que se llamaba Padre Lucas. Por degeneración del nombre, los estudiantes le denominaron Padre Putas. En la fiesta que se celebraba a continuación, se comían unos panes especiales.
Se dice que mucho antes de la pragmática de Felipe II ya se hacían hornazos en Salamanca. Existía la costumbre de regalar un hornazo al predicador que había dirigido los oficios religiosos durante los días de Semana Santa (como indica la definición de la RAE).
Otra versión explica el origen religioso de este pan. El hornazo sería una consecuencia de la absolución de los pecados. El hornazo se elabora purificando el alma (la masa del pan), sobre la que se distribuyen los distintos pecados (huevos, lomo, chorizo, jamón) antes de introducirla en el horno.
Tipos de hornazo tradicional
Dentro de la provincia de Salamanca, existen distintos tipos de hornazo. Hay variaciones tanto en la masa como en el relleno.
En Béjar y su zona serrana de influencia, se rellena solo de chorizo. La masa del hornazo en esta zona es de pan.
Muchas pastelerías y obradores especializados de la ciudad de Salamanca, han incorporado huevos y manteca a la masa. De esta forma, se consigue una masa mucho más jugosa.
En otros pueblos de la provincia, como Alba de Tormes o Tarazona de Guareña, la masa del hornazo es dulce. Se crea un contraste muy interesante con el relleno.
El relleno del hornazo tradicional también varía. El más habitual está compuesto por chorizo, lomo fresco y jamón. Sin embargo, en algunos pueblos de la provincia, se añade salchichón y lomo embuchado.
En la zona de Guijuelo y de la sierra, los embutidos que se utilizan para el relleno suelen ser ibéricos.
La inclusión del huevo cocido en el hornazo tradicional, es cada vez menos frecuente.
Otros tipos de hornazo tradicional en España
Hay muchas localidades en toda España en las que se elaboran hornazos. Tradicionalmente, se consumían después de la Pascua. Estos hornazos incorporaban el huevo cocido porque no se podía consumir huevo durante la Cuaresma (se equiparaba a la carne). Se conservaban cocidos y después se añadían a los hornazos de Pascua.
Los hornazos se elaboran en fechas próximas a la Cuaresma. El “jueves lardero” se celebra justo antes. En otras ocasiones, se comen en el Domingo de Resurrección, para resarcirse de la abstinencia de la Semana Santa. La presencia de huevos es prácticamente obligada como un símbolo de la Resurrección.
En algunas localidades, como el caso de Salamanca, los hornazos se encuentran presentes a lo largo de todo el año en comercios especializados, como una especialidad gastronómica típica de la ciudad.
El hornazo en Almería consiste en un pan dulce alargado con una trenza encima. Dentro de esta trenza, se encuentra el huevo duro.
En Cuenca, el hornazo es una hogaza de pan rellena de lomo, longaniza, huevos y morcilla.
El «Lunes de Quasimodo» se celebra en Cádiz el segundo lunes después del Domingo de Resurrección. En esta festividad, se prepara un hornazo compuesto por una torta con un huevo duro. Está decorado con galletas y dulces.
El hornazo de Pozoblanco (Córdoba) es un bollo de aceite que se cuece con un huevo dentro. Este tipo de bollo ha evolucionado hacia una torta de manteca con dos huevos pintados con colores muy vivos. Se cubren con glasa real. El huevo se decora con adornos de merengue de distintas formas: ratoncitos, pajaritas, gatitos y nidos.
En Fernán Núñez (Córdoba) el hornazo es un producto típico de la festividad del Jueves Lardero. Es muy dulce, se trata de una torta de azúcar y manteca, que está rellena de cabello de ángel. En ocasiones, se encuentra rellena de chocolate o crema.
El hornazo en la localidad de Priego de Córdoba, se consume el Viernes Santo. Después de la bendición, se sube a Nuestro Padre Jesús Nazareno al Monte del Calvario, a lo largo de la mañana. En este caso, el hornazo es una figura hecha de masa que incluye un huevo duro en su interior. La figura del hornazo suele ser una gallina.
El hornazo granadino se come el día de San Marcos (25 de abril) y también el domingo de Resurrección. Está compuesto de un pan del tamaño de una hogaza individual hecho con masa de aceite. Este tipo de hornazo se elabora con un huevo crudo. Se sujeta a la masa con dos tiras de la misma masa. Al cocer la masa, se cuece el huevo. Se suele acompañar de jamón serrano y habas verdes.
La costumbre en Granada consiste en ir a «estrellar el huevo». Durante la merienda campestre, se coge el huevo del hornazo y se estrella en la frente de alguien que esté desprevenido.
En Albacete se elabora un hornazo con huevo, chorizo, sardina y tiras de pimiento.
El hornazo de Santa Cruz de la Zarza (Toledo) es una torta dulce de mantequilla y azúcar. Incluye bolitas de anís y chocolate. También incorpora un huevo duro o más, según el tamaño de la torta.
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Muchísimas gracias Fátima, por escribir en nuestro Blog y por consumir nuestro hornazo.